mayo 24, 2022

Contra el Gobierno y el Congreso: Asamblea Popular Nacional

Pedro Castillo fungió de orador estelar en el acto de la CGTP por el 1° de mayo, como también en el posterior evento de la burocracia sindical y política que lo respalda, dos semanas después. Que encabece una administración neoliberal junto al Ministro de Economía Graham (ex - viceministro de Vizcarra en Produce), que militarice los distritos apurimeños de Chalhuahuacho y Coyllurqui (donde la coalición gobernante debe defender a sus patrones de la empresa imperialista china MMG), que asesine en Huánuco o Ica y hiera gravemente en Cotabambas, nada de eso inquieta a su comparsa cómplice socialdemócrata/pequeñoburguesa, hoy convertida al neoliberalismo. Tampoco, por supuesto, que haya puesto toda la red vial del país y a Lima Metropolitana bajo la autoridad de la policía y el ejército, incluso decretando un represivo toque de queda el 5 de abril, para mejor recuerdo del fujimorato.

Un 34.9% del padrón electoral decidió hace casi un año (6 de junio) apoyar a Castillo, incluso a pesar del “Plan Bicentenario” completamente neoliberal de esa segunda vuelta. Así fue como ganó la elección y es así como ha gobernado con una amalgama anti-popular de todo pelaje: paisanos trepadores, sindicalistas oportunistas, seudo-izquierdistas caviares, seudo-marxistas argolleros o corruptos, reaccionarios belaundistas, acuñistas y demás, que degrada las condiciones de vida mientras sostiene todos los privilegios de las transnacionales y los grandes capitales. La gran burguesía y los imperialismos recaudan sus beneficios a ritmo desbocado, aunque sin abandonar, claro está, el objetivo político, cual es retornar a saquear desde el Ejecutivo en forma exclusiva, sin advenedizos. Por eso la histeria golpista de sus secuaces ultraderechistas en el Congreso, incapaces de obtener la vacancia y tampoco de arrastre popular, pero no obstante asombrosamente designados el único enemigo de las masas por toda la seudo-izquierda apologista del sistema. Esa falsa izquierda continuista cuya demagogia reza “cambios profundos” para alguna “patria justa”, “trabajo digno”, “soberanía energética” y “poder popular”, que nunca ocurrirán mientras se mantenga la existencia del Estado Capitalista que defienden, afanados por conducirnos al callejón sin salida de una nueva Constitución tan capitalista y neoliberal como su propio programa. Nada distingue, en este hondo sentido, a la escara auto-adjudicada “Asamblea de los Pueblos”, del séquito cerronista Perú Liberal, favorable a las mafias empresariales universitarias y a las judiciales expresadas en el Tribunal Constitucional.

El Gobierno volverá a masacrar pues su auténtico bando es el militar-policial, la ultraderecha continuará forzando la senda golpista, el golpe reaccionario que tarde o temprano, de una u otra forma puede llegar si el mismo pueblo trabajador movilizado no consigue deshacerse de Castillo. El Paro del Cusco en abril demostró que la paciencia de los explotados se agota frente al deterioro del nivel de subsistencia. Las huelgas indefinidas provinciales y distritales siempre probaron su eficacia para la lucha clasista, sin que la burocracia sindical permita que esta combatividad se reproduzca a nivel regional y nacional. Sin embargo, únicamente por ese camino pueden alcanzarse conquistas, auto-organizando asambleas populares contra el Gobierno y el Congreso, hacia una verdadera Asamblea Popular Nacional que abra la vía revolucionaria al poder de los trabajadores urbanos y rurales, al Gobierno Obrero, Campesino y Popular.