El 26 se eligen
diputados, pero el resultado de la votación puede acelerar la crisis política
que tiene el gobierno, afectando la “gobernabilidad”. Previendo esa situación
el gobierno de EEUU ha tomado prácticamente las riendas del gobierno,
imponiéndole a Milei determinadas condiciones para hacer efectiva la promesa de
apoyo político y económico. El gobierno de Trump le dará este apoyo a cambio
de que Milei le entregue los recursos naturales (uranio, litio, cobre, tierras
raras) y favorezca a las empresas yankis, “eche a China” y mantenga una
posición de subordinación incondicional al amo yanki.
El secretario del tesoro
de EEUU Bessent -al igual que el FMI- le exige a Milei que el Banco Central
acumule reservas (dólares) para pagar la deuda con el FMI y a la banca privada
internacional. La intervención reciente que consistió en comprar pesos para
bajar el precio del dólar no será algo permanente. La tendencia del dólar será
a aumentar después de las elecciones. Eso se traducirá en un mayor aumento de
los precios. Junto con esas medidas económicas también le exige que amplíe el
gobierno dándole participación a Macri y a los gobernadores que hasta hace poco
lo respaldaban, para que apoyen su política en el Congreso. En otras palabras,
Trump y Bessent están tratando de sostener a Milei para que no caiga, para que
siga gobernando al servicio de EEUU, y de la gran burguesía.
Pero en realidad no hay
ningún sector político o patronal que quiera hacerlo caer ahora. Todos
quieren que Milei haga el trabajo sucio de llevar el ajuste contra los
trabajadores lo más a fondo que pueda. Si en los últimos meses tuvo problemas
para imponer algunos vetos en el Congreso es justamente porque los sectores
políticos que lo apoyaron al principio luego fueron dejados de lado y lo presionan
para entrar en el reparto.
En el peronismo -interna
de por medio- todos tratan de posicionarse para las elecciones de 2027. Nadie
piensa en voltear a Milei salvo sectores marginales. Y entre los sectores
empresarios lo que prevalece es la idea de presionar cada uno a favor de sus propios
intereses sectoriales, pero después del apoyo del imperialismo
norteamericano a nadie se le pasa por la cabeza voltearlo. Esto se nota en
que la burocracia sindical no está moviendo un pelo para agitar las aguas,
siendo verdad que -como dijo el mes pasado Barrionuevo- si la CGT quisiera,
¿cuánto duraría el gobierno?”.
Entonces: ¿a quién vas a
votar? ¿A Milei-Macri que están con el ajuste salvaje? ¿A los gobernadores de
Provincias Unidas que están con el mismo ajuste, pero con buenos modales? ¿O al
peronismo que también está por el ajuste, pero envuelto en papel de regalo?
El peronismo-kirchnerismo
se presenta como opción, pero en la provincia de Bs As la situación es la misma
que en todo el país. Siendo el 40% de la población, y una provincia rica por la
producción agroganadera de la pampa húmeda, Kicillof mira a los trabajadores
cómo quedan en la calle cuando cierra la fábrica como si gobernara en otro
planeta, y dice que la culpa es del gobierno nacional. ¿Gobierna al 40% del
país y no puede hacer nada diferente?
La mayoría de los
políticos que sostienen al capitalismo, además de gobernar para los patrones y
los banqueros, en contra de los trabajadores, son ladrones y corruptos, metidos
en todos los negocios sucios junto con jueces y policías. Si no están con el
narco, están en el juego ilegal, con cuentas off shore en paraísos fiscales
donde guardan la plata sucia que fugan del país. Todos hacen fila en la
embajada de EEUU para besarle la mano al imperialismo yanki. Y tanto Milei como
los kirchneristas son sirvientes del sionismo genocida.
No hay que votar, votar
en blanco o anular el voto
Los trabajadores no
podemos apoyar a ninguno de los partidos y candidatos que sostienen este
régimen capitalista, porque es darle apoyo político a los mismos que nos
gobiernan o gobernaron en nuestra contra.
La izquierda (FITu) se ha adaptado al régimen y quiere tener más
diputados en el Congreso como si esa fuera alguna solución para los
trabajadores.
No hay ninguna solución a
los trabajadores votando. Por eso no hay que ir a votar o votar en blanco o
anular el voto. La única solución para los trabajadores vendrá luchando.
El capitalismo no va más,
Milei y el peronismo tampoco. La clase trabajadora necesita un nuevo programa:
hay que conquistar el poder, establecer un gobierno de trabajadores,
expropiar a la burguesía y al imperialismo, recuperar las riquezas que son
producidas con nuestro trabajo, planificar la economía en función de las
necesidades del pueblo trabajador y avanzar hacia el socialismo. Para luchar por este nuevo programa hace
falta que nos organicemos en un Partido de Trabajadores, socialista y
revolucionario. Ponete en contacto con La Causa Obrera, que lucha por construir
ese partido.
14.10.25
Partido de la Causa
Obrera
No hay comentarios.:
Publicar un comentario