noviembre 27, 2020

Política del hampa burgués


Sagasti invita a Keiko a Palacio. Digno heredero de PPK y Vizcarra... Resumamos algunas sórdidas claves de los últimos años.

La descomposición del círculo mafioso vizcarrista cierra una larga trayectoria que Vizcarra inició nada menos que en el Apra, un paradigma de mafia política en nuestra historia. A su tiempo, Kuczynski y Acuña habían socorrido con sus bribones a Keiko Fujimori en una segunda vuelta. Esto mientras Castañeda abandonaba la pandilla de Lourdes Flores priorizando su mafia personal, aliado al traficante José Vega. A continuación Vizcarra se pliega a PPK y Luna Gálvez prescinde de Castañeda para consolidar su mafia particular. Acto seguido, Keiko y PPK negocian la repartija de las suyas. Más allá Vizcarra pacta con Fujimori sus primeros meses de gestión, para luego, enemistados, Vizcarra sobrevivir con fragilidad. Finalmente, un nuevo legislativo colocó a Luna Gálvez, Acuña y José Vega acechando mediante sus propios secuaces. 

Declaración del PCO (Argentina) 14.11.20

Defendiendo al capital…

El gobierno del Frente de Todos va mostrando con creciente evidencia su carácter patronal. Los trabajadores que esperaban un gobierno “popular”, que enfrentara o pusiera un freno a la voracidad capitalista, se ven decepcionados. No hablamos de los dirigentes sindicales y políticos que se hacen llamar “del campo popular”. Estos no se engañan, sino que cubren su propia traición, su propia dependencia del Estado capitalista, poniéndole etiquetas coloridas a los gobiernos para embellecer y justificar el seguidismo a uno u otro sector patronal.

Pero, ¿por qué decimos que es cada vez más evidente el carácter patronal del gobierno? En realidad lo que quedó más claro estas últimas semanas es que TODO el gobierno está embarcado en atacar al pueblo trabajador para defender las ganancias capitalistas. Muchos trabajadores esperaban, o esperan, que Cristina Kirchner funcione como “reserva populista” contra la orientación pro-imperialista y pro-patronal de Alberto Fernández y Massa. Tendrán que sacar algunas conclusiones en estos días. La “carta pública” de CFK funcionó como el respaldo que el gobierno necesitaba para, en pocos días, dar paso redoblado en la defensa del capital. Primero, reprimir a las familias pobres de Guernica, desalojarlas de las tierras que ocupaban en reclamo de vivienda para que allí se avance en la especulación inmobiliaria de los countrys. Segundo, aprobar en el Congreso el presupuesto de ajuste para 2021. Y, como a la gran burguesía de la AEA (Clarin, Arcor, Techint, COTO, etc) no le conformó, el mismo Guzmán en persona los tranquilizó avisándoles que el ajuste fiscal del 2021 será mayor aún que el presupuestado. Concesiones a los agroexportadores del Consejo Agroindustrial, concesiones a Techint y las petroleras con el Plan Gas. En fin, manos abiertas para la burguesía, mientras el puño se cierra contra los trabajadores y el pueblo pobre.

Además, con la excusa de que han bajado los casos de contagios por COVID-19, el gobierno sigue abriendo la economía y lejos de resguardar la salud de los trabajadores, intenta dar respuesta a sectores empresarios como gastronomía y comercio. Es que con el paso del ASPO (aislamiento social preventivo y obligatorio) al DISPO (distanciamiento social y preventivo obligatorio) ahora pueden desarrollarse la mayoría de las actividades económicas en AMBA, esto lo cual habilita la vuelta al trabajo presencial de no esenciales y amplía el uso del transporte público. También, entre las medidas se encuentra el regreso gradual a las aulas para todos los niveles educativos. Esto incrementa la posibilidad de nuevos rebrotes como está ocurriendo en varios países de Europa que vuelven a endurecer el confinamiento tras segundas olas de contagios más masivas.

… y a la propiedad privada capitalista

La reunión del ministro Guzmán, el “nuevo Dujovne” con potestad para recortar gasto público, con loghhs grandes capitalistas de la AEA no fue solo para hablar de déficit fiscal. Lo que el gobierno les adelantó, con esa aclaración, es que está encaminado el acuerdo con el FMI. Claro que los kirchneristas ya están repitiendo el cuentito de que “este FMI es diferente”. Ya no engañan a nadie. Preparan las condiciones para aplicar un plan de ajuste y reformas (laboral, jubilatoria, etc.). De hecho, ya se hizo público el proyecto de reforma de la movilidad jubilatoria, donde se descarta una indexación con la inflación. Además, se impone un tope anual de aumento. Sin ponerse colorados, los voceros del gobierno declaran que los jubilados le ganaran recuperarían poder adquisitivo porque la movilidad estaría atada a los aumentos salariales de los trabajadores activos. Todo esto dicho mientras el Ministro de Trabajo, cual gerente de Recursos Humanos de cualquier patronal, sostiene como declaración de principios que “el sueldo justo es el que se puede pagar”. Ni Macri, con Triaca, se animó a tanto. El trato a los jubilados contrasta claramente con la indexación de bonos en pesos para los fondos especulativos. 

Y acá entramos en el corazón de la carta pública de CFK: la “unidad nacional”, el “pacto social”, el “acuerdo de todos los sectores”, bla bla bla. Todos eufemismos para un hecho evidente: la política de cerrar la “grieta” por arriba, de los capitalistas y sus representantes políticos, para golpear con más fuerza y firmeza a los de abajo, al pueblo trabajador. Lo novedoso es que nunca se había hecho tan explícito como ahora que, lo que une a todos los sectores patronales, y al régimen político que administra sus negocios comunes, es la defensa “innegociable”, como dijo el mismo Berni, de la propiedad privada capitalista.  

El Estado defiende la propiedad privada capitalista de los medios de producción y cambio (fábricas, tierras, bancos, etc.). Esa propiedad sobre los medios de producción es la que le permite explotar a la clase trabajadora que no tiene más propiedad que sus propios brazos, su capacidad de trabajar con las maquinas-herramientas que le provee el capitalista. Por supuesto que un sector de los trabajadores puede llegar a poseer vivienda propia y un auto, todo con mucho esfuerzo. Pero no es esta propiedad la que defiende el Estado burgués. Por el contrario, esta propiedad de bienes de uso o de consumo, o incluso de algún modesto medio de producción o comercial que pueda tener un sector de la clase media, es expropiada cotidianamente por los capitalistas y su Estado. Lo que defienden a rajatabla, lo que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner garantiza con la represión, es la gran propiedad privada capitalista, es la organización socio-económica en la cual una minoría de parásitos viven la “buena vida” a costa de la miseria de la mayoría de la sociedad.

Sobre ese piso el gobierno de los Fernández intenta unificar a todos los sectores patronales y a la oposición político-mediática para garantizar el “clima de negocios”, las condiciones políticas y sociales sobre las cuales los capitalistas puedan hacer grandes ganancias. Esas condiciones se sostienen en la flexibilización laboral y rebaja salarial. El aumento de la desocupación les facilita esa ofensiva. La represión y la contención de la burocracia sindical hacen la otra parte del trabajo.

Sin embargo, las condiciones para las ganancias capitalistas no dependen solo de la explotación de la fuerza de trabajo. El objetivo del gobierno de poner la exportación como salida a la crisis cambiaria choca con un mercado mundial que se achica y se cierra. La economía mundial capitalista atraviesa, sin salida a la vista, una de las peores crisis de su historia. Los trabajadores no tendremos ni siquiera el “beneficio” de estabilizar nuestra situación aún en niveles mayores de miseria. La escalera descendente tiene cada vez menos “descansos”. Si no nos organizamos y luchamos por nuestros intereses sólo veremos empeorar nuestra situación. Unificar por abajo todos los sectores de la clase trabajadora, coordinar los sectores en lucha y expulsar de nuestras organizaciones a la podrida burocracia sindical. Esas son las tareas para empezar a frenar el retroceso. 

Junto con esta necesidad de pararnos sobre nuestros pies, debemos comprender que mientras los capitalistas mantengan el control del poder estatal, los trabajadores sólo podremos resistir, retrasar los avances sobre nuestras condiciones de vida, hacer más lenta la marcha atrás, pero no avanzar. La lucha debe ser POLITICA, y la lucha política de clases solo la podemos dar construyendo un partido propio, un partido de trabajadores, con un programa revolucionario de lucha por un gobierno de los trabajadores que expropie a los capitalistas.

Partido de la Causa Obrera


Declaración de la LCT (Argentina) 17.11.20

Repudiemos al FMI, organizándonos y luchando contra el ajuste
 
No al Ajuste

No a las reformas estructurales

La semana pasada llegó al país una delegación del FMI para negociar con el Gobierno peronista de A. Fernández y Cristina de Kirchner los futuros ajustes. No solo vienen a negociar los cobros de los 40 mil millones de dólares que se endeudó el gobierno de Macri, en los últimos cuatro años, sino también a cobrar los 53 millones de dólares que se le debe a ese organismo, y de conjunto vienen a garantizar el pago de los más de 325 mil millones de dólares de deuda pública -a bonistas y otros organismos financieros-, deuda que militares, radicales, peronistas y radicales-macristas vienen creado en estas últimas cuatro décadas.

Hace poco más de un año, y teniendo de fondo el desastre económico del gobierno macrista, Alberto Fernández, encabezando el Frente de Todos, hacía campaña electoral diciendo que le iba a poner plata en el bolsillo de los trabajadores y los jubilados, hablaba de un 20 por ciento de aumento para todos ni bien asumiera. Pero pasados los primeros tres meses, antes de la pandemia, no hubo ningún aumento de esa característica. Peor aún, se postergaron las paritarias e incluso los aumentos en jubilaciones a duras penas alcanzaron la inflación, pero achatando la pirámide para que más jubilados ganaran la mínima. 
Después vino el “aumento” para estatales y docente, casi diez puntos por debajo de la inflación del último año, y el anuncio de la nueva fórmula jubilatoria que se ajustará teniendo en cuenta la recaudación y el índice de aumentos de los salarios, pero ya no se toma en cuenta la inflación. En otras palabras, las miseras jubilaciones serán más bajas aún en relación al costo de vida. Y se quitó el IFE 4, la ayuda económica por pandemia, anunciado que el déficit fiscal será menor de lo que se anunciaba un mes atrás (léase; vamos a ajustar más aún, en educación, salud, etc., etc.). Todo esto a días de la llegada al país de la delegación del FMI…

Por eso son mentirosas las declaraciones de Cristina Kirchner y Alberto Fernández cuando dicen que no van a ajustar, que la crisis no la van a pagar los pobres sino los especuladores. Incluso el impuesto a las grandes fortunas, no es un impuesto sino una colaboración por única vez, y cada vez afecta a menos millonarios, los que su mayoría accionaran legalmente, y de cuya recaudación casi la mitad va al sector privado. Pero este supuesto impuesto a las riquezas funciona como una cortina de humo mientras se hacer pasar los ajustes y reprime a los pobres por tomar tierras para tener un techo. Y, sobre todo, es mentiroso el gobierno de Fernández-Kirchner porque nada dice de que el FMI hace concesiones en el tiempo y facilidad de pago, pero reclamando reformas estructurales tales como achicar más aún el Estado, en sus puestos de trabajo y salarios, como llevar de 65 a 70 años -optativo a 75 años- la edad jubilatoria, y la reforma laboral que es flexibilizar las condiciones de trabajo, sobre todo de contratación y despido.
  
Mientras tanto las centrales sindicales que sostuvieron al gobierno y los ajustes de Macri, CGT y CTA’s, dirigidas por el peronismo, no pueden ya mirar para otro lado y tibiamente empieza con su parodia habitual, mostrando cierto descontento por el ajuste. Sin embargo, no hacen más que charlar con su gobierno, las patronales y el FMI, y ni siquiera emitieron un comunicado rechazando los desalojos, como el en Guernica, ni las reformas estructurales que se busca imponer.
  
Hay que organizarse, movilizarse y luchar como lo vienen haciendo los trabajadores de GRI Calviño, Cresta Roja, Danica, enfermeros, etc. Impulsando y coordinando todas las luchas hacia un Congreso Obrero de Delgados de Base, con delegados representando a los establecimientos o frentes en lucha, con comisiones internas y sus delegados, con seccionales y sindicatos combativos, junto a representantes de organizaciones de trabajadores desocupados, de asambleas populares, de ambientalistas o de vecinos en lucha por un techo, que luche e impongan una verdadera Huelga General-con piquetes de autodefensa- que derrote el plan de ajuste y eche al FMI, y sus planes de hambre y superexplotación capitalista.

*Fuera el FMI – No al pago y desconocimiento de la fraudulenta deuda externa!
*Trabajo y aumentos de salarios – Derrotemos los ajustes y la flexibilización laboral
*Coordinemos todas las luchas hacia un Congreso Obrero de Delegados de Base
Todos a la marcha del 19 de noviembre, 17hs en el Obelisco


Liga Comunista de los Trabajadores